La Iglesia del Espíritu Santo de Madrid fue en los años 30 un edificio de la Residencia de Estudiantes que la dictadura transformó bajo su concepción nacionalcatólica de la ciencia, y que sigue siendo un templo por un pacto firmado en 2000 con Rouco Varela.
Artículo con declaraciones de las investigadoras del Instituto de Filosofía, Ana Romero de Pablos y María Jesús Santesmases.