El Centro de Ciencias Humanas y Sociales promueve la cultura experimental y libre
- El pasado mes de abril se inició una sesión de la denominada ‘Cocina cívica’ para promover la resolución de conflictos a través de la inteligencia colectiva en el CCHS, como respuesta ante la incertidumbre que provoca la pandemia
- Como resultado de esa sesión se ha aprobado la creación de ‘MZlab’, un laboratorio dedicado al aprendizaje, la gobernanza y la convivialidad
Ante la complejidad y dificultades que presenta la vida institucional y académica, se puso en marcha el pasado 14 de abril la realización de una ‘cocina cívica’, una sesión abierta y experimental que congregó a diverso personal del Centro y de sus institutos de investigación. Con la consigna de que el Centro de Ciencias Humanas y Sociales es un espacio en construcción que podemos hacer entre todos, la sesión se llevó siguiendo una metodología experimental, basada en el design thinking, que consistió en cinco miniconferencias, varias presentaciones en formato colaboratorio y, a continuación, un trabajo en grupos con la herramienta barcamp con la que identificar problemas y diseñar soluciones. Las mesas de trabajo se reunieron finalmente en torno a los siguientes temas comunes: ¿Cómo abrir el espacio?; ¿Cómo agilizar trámites?; El CCHS, un proyecto común; y, ¿Cómo mejorar las relaciones?
La cocina cívica es una iniciativa del investigador Antonio Lafuente, que fuera impulsor del Laboratorio del Procomún en Medialab-Prado, laboratorio ciudadano de la ciudad de Madrid que funciona como lugar de encuentro para la producción de proyectos culturales abiertos.
MZLab
Como resultado de la sesión de ‘cocina cívica’ acaba de ponerse en marcha MZLab, un espacio promovido también por Antonio Lafuente (IH) que nace para ser un laboratorio experimental, abierto y convivial. La iniciativa cuenta con el apoyo de la actual dirección del CCHS y de los directores de los seis institutos de investigación que se ubican en sus instalaciones. Como señala Lafuente “MZLab nace para promover la cultura experimental en el CCHS, abordando objetos que sean interdisciplinares y también indisciplinares”.
MZLab ocupa el espacio de la sala María Zambrano del CCHS recogiendo el legado de la reconocida filósofa, destacando como lema una de sus frases: "¿Es de extrañar que el amor haya preferido casi siempre el derrotero poético al filosófico?"
MZlab prepara una convocatoria para el próximo otoño para recibir propuestas y expresiones de interés por parte del personal técnico e investigador, de plantilla y en formación. Las actividades que se promuevan en MZLab serán siempre abiertas, tanto para presentar proyectos como para colaborar con las iniciativas en curso. Se propone trabajar sobre cuatro tipos de objetos, según los define Lafuente: abiertos, comunes, improbables y deseados, que pueden hacer de MZLab una comunidad de aprendizaje, de ciencia ciudadana y de coproducción de contenidos con los ciudadanos, de proyectos artísticos, de creación de nuevas formas de relación y de nuevas prácticas científicas, etc. “En MZLab abundan las tareas invisibles, como cuidar el espacio físico o digital, ser embajador de sus actividades, actuar de facilitador y, desde luego, inventar actividades informales que apetezca compartir”, explica Lafuente.
A partir de septiembre se publicará una doble convocatoria abierta. Una primera invitará a proponer ideas para prototipar y en una segunda ronda se invitará a la comunidad a inscribirse como colaborador de alguno de los proyectos seleccionados y comenzar a prototiparlos. Cada proyecto contará con cinco a siete colaboradores. Además, un día por semana se pondrá en marcha un espacio de intercambio de conocimiento informal (openlab), y se promoverán iniciativas para conectar con el entorno de Albasanz (la calle donde tiene su domicilio el CCHS en Madrid).
Entre las iniciativas, que serán autogestionadas, interesan, por ejemplo, las relaciones de buena vecindad con el barrio, las iniciativas que promuevan distintas formas de gobernanza o las propuestas orientadas a captar recursos.