Disponibles los vídeos del Seminario de investigación "Justicia, movilidad y límites de la comunidad", organizado por Juan Carlos Velasco y Francisco Blanco (IFS)
El 5 de mayo pasado, el grupo de investigacion Justicia, Memoria, Narración y Cultura (JUSMENACU) del Instituto de Filosofía (IFS, CCHS-CSIC) organizó, dentro del proyecto de investigacion "Derechos humanos y justicia global en el contexto de las migraciones internacionales", el seminario "Justicia, movilidad y límites de la comunidad", organizado por los investigadores Juan Carlos Velasco y Francisco Blanco (IFS).
Las intervenciones de los especialistas que participaron en el Seminario fueron grabadas y ya están accesibles para todo el público en el Canal Youtube del CCHS y Cienciatk, la plataforma audiovisual del CSIC.
Federico Arcos (Universidad de Almería) intervino con la ponencia “¿Tienen preferencia los compatriotas? Justicia global vs. justicia doméstica”. Arcos habló sobre el choque entre los intereses de los compatriotas para ver garantizadas las prestaciones del estado social y la ayuda que debemos a nuestros no compatriotas para superar su situación de pobreza responde a un conflicto profundo entre razones morales: entre los vínculos especiales de la justicia doméstica y las razones morales de la justicia global. El autor ofrece razones para salir de este dilema, concluyendo con una defensa de los deberes humanitarios de atender a las necesidades básicas de las personas, independientemente de las causas por las que su carencia se produce y del lugar o del estatus de ciudadanía de la persona que la padece.
David Álvarez y Maria João Cabrita (Universidade do Minho, Braga) presentaron la ponencia “Deber de acogida e injusticia global”: Los estados son unidades políticas funcionales y la adscripción de ciudadanía es un criterio pragmático para la realización recíproca de los derechos humanos a través del reconocimiento de agentes legítimos responsables de una población en un territorio. Si el agente falla (estados fallidos) es precisa una re-adscripción de responsabilidades y, por lo tanto, el resto de la comunidad internacional es funcionalmente deficiente frente a esta demanda normativa. Desde una perspectiva cosmopolita la soberanía nacional, sobre territorio, admisión y recursos, es condicional. El deber de acogida puede ser regulado a través de un régimen internacional de cuotas, de acuerdo con criterios por las partes, y previamente ratificado por los representantes de las personas desahuciadas; o negociado con ellas mismas en su defecto. En todo caso, los países con una responsabilidad histórica en la inviabilidad o inestabilidad de los estados fallidos soportan una corresponsabilidad mayor en la acogida y en la reparación.
Antonio Campillo (Universidad de Murcia) presentó la ponencia "¿De quién es la Tierra? Propiedad, soberanía y humanidad" en la que habló de como las dinámicas del mundo globalizado han puesto en marcha dos dinámicas opuestas y contradictorias. Por un lado, se está construyendo y dando contenido a la idea de humanidad, mediante las relaciones cada vez más intensas y estrechas que la globalización económica establece por todo el planeta, mediante el reconocimiento del origen genético común de toda la especie humana como un hecho probado científicamente, a través de la experiencia de peligros ambientales que ponen en riesgo a todas las personas y la constitución de la humanidad como un sujeto jurídico-político. Por otro lado, los muros fronterizos proliferan más que nunca antes en la historia y los Estados nacionales reivindican su derecho a fortificarse frente a diversos peligros exteriores, en particular frente a los flujos migratorios de personas. El autor pretende resolver esta dinámica contradictoria mediante el concepto de “tierra de nadie” y la transformación de la idea de soberanía nacional.