Concluye la valorización de las salinas del s. XVIII de Vilaboa
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha concluido el proyecto “SALINAS DO ULLÓ. Transferencia do coñecemento das paisaxes do sal como recurso patrimonial e turístico”, con el que se ha llevado a cabo una actuación para la valorización de las salinas del s. XVIII de Vilaboa (Pontevedra).
El proyecto, desarrollado por el Concello de Vilaboa, ha estado dirigido desde el Instituto de Historia del CSIC por Brais X. Currás y se ha ejecutado por la empresa Tempos Arqueólogos, con Mario César y Francisco Alonso Toucido. Se financió por la convocatoria de los Grupos de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) con un presupuesto de más de 100.000 euros.
“Su cometido era, a través de la integración de diferentes entidades y perfiles profesionales, fomentar la cooperación para la transferencia del conocimiento sobre los paisajes culturales con el fin de poner en valor los paisajes de la Sal de Vilaboa (las antiguas salinas de Larache y de O Ulló) como un bien patrimonial concebido como recurso esencial para la promoción de un turismo sostenible y de calidad, y a la vez como un medio cultural anclado en la historia y la identidad local”, explican desde el CSIC
“Los paisajes culturales, que son el resultado de la interacción del ser humano con el medio a lo largo de la historia, tienen un gran potencial por su capacidad de integrar el componente patrimonial y natural del territorio y convertirlo en un recurso cultural. En este sentido, el proyecto no se ha limitado a las antiguas salinas, sino que ha abordado la valorización de la transformación de la ensenada del río Ulló a lo largo del tiempo. Entre los ss. XVII y XVIII, en un momento en el que hay un incremento en la demanda de sal, se construyen varias salinas junto a la desembocadura del río Ulló y en la ensenada de Larache. La explotación de la sal en este lugar de la ría de Vigo no tuvo mucho éxito y en poco tiempo las salinas fueron abandonadas. Más de un siglo después, se construyó en el lugar un molino que funcionaba con la fuerza de las mareas. Hoy el molino está desaparecido y tan solo se conserva un gran muro de sillares de granito que cierra la ensenada y que servía para almacenar el agua que accionaba el molino”, destacan.
“Buscamos explicar esta evolución histórica del paisaje, y también las características del ecosistema de marisma. Para ello, se ha diseñado una ruta equipada con seis paneles informativos que aportan información al visitante. También se ha puesto en marcha una página web y se han instalado tres puntos de visión de realidad aumentada que permiten al visitante aproximarse a un paisaje, hoy transformado por el paso del tiempo”, añaden.
Este proyecto se encuadra dentro de una línea de investigación del grupo del CSIC Estructura Social y Territorio–Arqueología del Paisaje (EST-AP) centrada en el estudio diacrónico de los paisajes de la sal. El proyecto Mar de Sal, también financiado por los GALP, y enfocado a la puesta en valor de las salinas romanas de A Guarda, es otro de los resultado del citado grupo de investigación.