Estudio del IEGD-CSIC revela las necesidades de las personas mayores para una vida autónoma en entornos amigables
Un reciente informe, resultado de una investigación realizada en el marco de un acuerdo con el Imserso, en la que han intervenido los investigadores Vicente Rodríguez Rodríguez, Fermina Rojo Pérez, Gloria Fernández Mayoralas y Carmen Pérez de Arenaza Escribano del Grupo de Investigación sobre envejecimiento (GIE) del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, revela las demandas y necesidades de las personas mayores en su entorno físico y social de residencia.
Bajo el paradigma de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, el estudio se ha enfocado en comprender la amigabilidad del entorno residencial para este grupo etario en los municipios españoles. Desarrollar comunidades amigables es, además, uno de los objetivos de la Estrategia Global y Plan de Acción sobre envejecimiento y salud de la OMS, por cuanto una comunidad amigable impulsa el envejecimiento saludable mejorando no sólo la vida de las personas mayores sino también de sus familias y comunidades.
El informe, que se basa en una investigación cualitativa, destaca la importancia de permitir a las personas mayores envejecer en casa durante el mayor tiempo posible. Para ello, es esencial que los entornos residenciales sean amigables y adaptables a sus necesidades. Las personas mayores y otros agentes relacionados, como personas cuidadoras y proveedores de servicios, son los informantes privilegiados para conocer, primero, y para planificar y evaluar después acerca de sus necesidades y propuestas al respecto.
Demandas y propuestas de amigabilidad
El estudio analiza las demandas y necesidades expresadas por las personas mayores en ocho áreas de amigabilidad (espacios al aire libre y edificios, transporte, vivienda, respeto e inclusión social, participación social, comunicación e información, trabajo y participación ciudadana, servicios sociales y de la salud) y otras áreas emergentes y transversales (soledad no deseada, edadismo y perspectiva de género), identificando las mejoras necesarias, las acciones y metas a alcanzar, así como el grado de consecución de esas actuaciones. Esto proporciona una base sólida para el diseño e implementación de políticas y programas municipales centrados en las personas mayores.
El análisis revela las principales demandas y propuestas de las personas mayores para mejorar la calidad de vida en sus municipios en tres entornos: entorno físico; entornos social, cultural y participativo; y entornos sociales y determinantes sociosanitarios. En el entorno físico, se destacan demandas de accesibilidad, seguridad y asequibilidad en espacios públicos y privados. En los entornos social, cultural y participativo, se enfatiza la promoción de la participación en actividades intergeneracionales y la creación de entornos inclusivos y servicios adaptados a las necesidades de las personas mayores. En los entornos sociales y determinantes sociosanitarios, se prioriza la prevención del deterioro de la salud mediante actividades de envejecimiento activo y saludable, el fortalecimiento de redes de apoyo social y la mejora de los servicios y la coordinación administrativa para proteger la salud de las personas mayores.
El informe también destaca la importancia de combatir los estereotipos y prejuicios hacia las personas mayores y valorar su contribución a la sociedad; así como los factores que los propician, entre ello el género, que desembocan en la vulnerabilidad social, en la soledad y, en definitiva, en el deterioro de la salud y de la capacidad funcional.
Así, las personas mayores demandan más espacios verdes, accesibles y que favorezcan la socialización; mejores infraestructuras; más líneas de transporte y con mayores frecuencias; ayudas para la adaptación de viviendas y procesos administrativos más accesibles; potenciar las actividades de tiempo libre; la promoción del voluntariado y la generación de tejido comunitario; la promoción de actividades intergeneracionales y participación ciudadana; mejora de los servicios de atención y cuidado, promoción del respeto y la inclusión de las personas mayores en todos los ámbitos de la sociedad.
El informe subraya la importancia de escuchar y atender las necesidades de las personas mayores para garantizar entornos residenciales amigables, promoviendo así un envejecimiento activo, saludable y satisfactorio.
El papel de ayuntamientos y del Instituto de Mayores y Servicios Sociales
La Red de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores como miembro de la Red Global de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, se dirige a los ayuntamientos que quieren fomentar el envejecimiento saludable, promoviendo la participación de las personas mayores, teniendo en cuenta sus necesidades y propuestas, e incorporando esta perspectiva de manera transversal en la planificación municipal.
En las conclusiones se señala también que el Imserso desempeña un papel crucial en la coordinación de la red española, contribuyendo al fortalecimiento de la homogeneidad en los documentos requeridos por el Protocolo de Vancouver y la guía de aplicación, al tiempo que respeta la autonomía municipal. Su valor añadido radica en reforzar sus funciones para coordinar acciones, incentivar la elaboración de documentos en regiones y municipios que aún no han contribuido y mejorar la distribución geográfica de la amigabilidad de los entornos. Además, podría considerar la inclusión de conceptos transversales como género, edadismo y soledad, para abordar desafíos emergentes y garantizar la participación de personas mayores afectadas por desigualdades sociales y aislamiento.
Este informe es resultado de una prestación de asistencia técnica solicitada por el Imserso al Grupo de Investigación sobre Envejecimiento (GIE-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, para realizar un estudio de la documentación enviada por los ayuntamientos españoles adheridos a la Red Global de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.
Presentación en el IMSERSO (9 de abril de 2024)