Con motivo del centenario de la visita de Einstein a España, el CCHS acoge la exposición "La ciencia española ante Einstein y la Relatividad"
Para celebrar el Centenario de la visita de Einstein a España, el CCHS tiene el honor de acoger en su pasillo central la exposición, comisariada por Francisco A. González Redondo (UCM). La inauguración oficial tendrá lugar el próximo jueves, día 18 de enero a las 12:00h con una vista guiada a cargo del comisario de la exposición.
Si a lo largo del siglo XIX se habían terminado de matematizar los fenómenos mecánicos y se habían ido cuantificando los fenómenos termológicos, eléctricos y magnéticos, completando el edificio de la Física Clásica sobre la matemática del número real, el mundo de la continuidad y la noción de causalidad, el primer tercio del siglo XX sería testigo de dos auténticas revoluciones en Física.
En 1900, con la formulación de la hipótesis cuántica por Max Planck, había nacido la física cuántica, al considerar necesaria la introducción de la discontinuidad de la energía, los cuantos, para explicar la radiación de un cuerpo negro. En 1905 Albert Einstein presentaría la Relatividad restringida (a los sistema de referencia galileanos) o Relatividad especial, y en 1915 establecería las ecuaciones de campo de la Relatividad general, nueva teoría general de la gravitación que facilitaría el estudio del Universo. Estas revoluciones en la Física internacional coinciden con la que en España se ha considerado la Edad de Plata de nuestra Cultura; el período 1898-1936, durante el cual tres generaciones sucesivas de científicos, las del 98, el 14 y el 27, aspirarían a la convergencia científica con Europa.
Confirmada la visita de Albert Einstein a España para la primavera de 1923, la mirada de la ciencia española de la emergente de la física del momento era el catedrático de Electricidad y Magnetismo de la Universidad Central, Blas Cabrera Felipe. Cabrera fue el primero en referirse a Einstein y la relatividad en una conferencia impartida en el congreso de Zaragoza de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias de 1908 sobre “La teoría de los electrones y la constitución de la materia”, aunque no lo haría en su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias en 1910 sobre “El éter y sus relaciones con la materia en reposo”. Antes de confirmarse la concesión del Premio Nobel de Física, Albert Einstein había empezado su gira por el mundo desde Alemania en octubre de 1922 hacia Japón, pasando por Singapur en su vuelta a Europa, haciendo una parada en Palestina, y, de allí, a Francia camino de España.
Pocas personas pudieron entender a Einstein, pero sí se consiguió un espectacular incremento en la percepción sobre el valor de la ciencia por parte de la sociedad, sin duda una colaboración esencial en el proceso de convergencia europea que supuso nuestra Edad de Plata. |
Llegó a Barcelona el 22 de febrero y el Palacio de la Diputación (actual Palacio de la Generalitat), sede del Institut d’Estudis Catalans. Impartió un curso de tres conferencias sobre “Teoría especial de la relatividad” (sábado 24 de febrero), “Teoría general de la relatividad” (lunes 26) y “Problemas recientes de la relatividad” (miércoles 28), por las que cobraría 3.500 ptas. Complementando el programa el martes 27 de febrero, dio otra en la Real Academia de Ciencias y Artes sobre “Consecuencias filosóficas de la Teoría de la relatividad” y el miércoles 28 visitaba la Escuela Industrial. Los medios prestaron gran atención a la visita, y, aunque los
periodistas sin formación se limitaron a lo anecdótico, los científicos profesionales se dividieron en relativistas y antirrelativistas. El jueves 1 de marzo, mientras la Junta económica de la Universidad Central aprobaba la propuesta de concesión del título de Doctor Honoris Causa, Einstein viajaba a Madrid, siendo entrevistado para ABC por el periodista de origen judío Andrés Révész. En la entrevista hacía una confesión tranquilizando a los lectores, a las autoridades y, especialmente, al Rey Alfonso XIII: no soy revolucionario, ni siquiera en el terreno científico, puesto que quiero conservar cuanto se pueda y pretendo eliminar tan sólo lo que obstaculiza el progreso de la ciencia.
Llegó a la Estación del Mediodía de Madrid la noche del 1 de marzo. El viernes 2, tras la reunión en el Hotel Ritz con el rector, Blas Cabrera y José Mª Plans para ultimar el programa de actividades y confirmarle que la Universidad Central había aprobado una remuneración de 4022,95 ptas., visitó el Laboratorio de Investigaciones Físicas de la JAE, dirigido por Cabrera. El sábado 3 de marzo, comenzó el curso análogo al impartido en Barcelona, en el aula de Física General de la Facultad de Ciencias. El domingo 4 el rey Alfonso XIII le entregó el diploma de académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias, mientras el lunes 5 Einstein protagonizaba la sesión científica de la Sociedad Matemática Española en el Laboratorio y Seminario Matemático de la JAE. El jueves 8 era investido Doctor Honoris Causa disertaba sobre “Consecuencias filosóficas de la teoría de la relatividad” en el Ateneo de Madrid y el viernes participaba en una tertulia con José Ortega y Gasset en la Residencia de Estudiantes.
El lunes 12 de marzo llegó a Zaragoza, invitado por el catedrático Jerónimo Vecino en nombre de la Academia de Ciencias. Allí impartiría otras dos conferencias sobre “Relatividad especial” y “Relatividad general” en el salón de actos compartido por las Facultades de Medicina y Ciencias. La estancia se completó con la visita al Laboratorio de Investigaciones Bioquímicas de A. Rocasolano.